sábado, 29 de junio de 2013

¿QUIERES?...



¿No deseas ser feliz en todos los aspectos de tu vida...? ¿No tener que aceptar nada que no te agrade...?
¿Sentir que la vida es controlada por ti en lugar de ir a rebufo de ella en el vagón 23...?
          No respondí.
          Sólo resoplé, resonó un montón de aire saliendo de mi nariz y apareció mi diente roto tras una sonrisa de esperanza.
         Y no dije nada, porque cuando llevas años aceptando que tu vida es lo que te pasa y no lo que originas...Pues, lamentablemente, te acabas acostumbrando.
        Seguidamente, ella añadió: << ¿Conoces la vieja canción que dice " Si tu me dices ven lo dejo todo?>>
          Volví a afirmar en silencio: no me salían las palabras, la emoción me tenía atrapado. Mi garganta era incapaz de crear sonido alguno.
          Ella continuó: <<Pues siempre he creído que a esa canción le falta algo...Debería ser: "Si tu me dices ven lo dejo todo...pero dime ven.">>
          Finalmente me miró y me soltó las tres preguntas que llevaba años deseoso de que alguien me hiciera:

 ¿Quieres o no quieres controlar tu vida?
¿Quieres o no quieres ser dueño de todos tus momentos?
¿Quieres?




ALBERT ESPINOSA
SI TU ME DICESVEN LO DEJO TODO, PERO DIME VEN.

miércoles, 26 de junio de 2013

LA GRAN OBRA DEL SENTIDO...



Virgen santa, ¿qué hago?

Siempre está la vía de la facilidad, aunque me repugne seguirla. No tengo hijos, no veo la televisión y no creo en Dios, todas estas sendas que recorren los hombres para que la vida les sea más fácil. Los hijos ayudan a diferir la dolorosa tarea de hacerse frente a uno mismo, y los nietos toman después el relevo. La televisión distrae de la extenuante necesidad de construir proyectos a partir de la nada de nuestras existencias frívolas; al embaucar a los ojos, libera el espíritu de la gran obra del sentido. Dios, por último, aplaca nuestros temores de mamíferos y la perspectiva intolerable de que nuestros placeres un buen día se terminan. Por ello, sin porvenir ni descendencia, sin píxeles para embrutecer la cósmica conciencia del absurdo, en la certeza del final y al anticipación del vacío, creo poder decir que no he elegido la vía de la facilidad. Sin embargo, cuán tentada me siento ahora de hacerlo.


Muriel Barbery
La elegancia del erizo

martes, 25 de junio de 2013

Cuando entro en una protectora de animales...


Cuando entro en una protectora,una parte de mí se desdobla, me convierto literalmente en Mr.Jekyll y Mr.Hyde… una parte de mí empezaría a llorar y no pararía; la pena, la angustia me oprimen el corazón.

Todos esos ojos mirándome detrás de esas jaulas o recintos donde “malviven”, por mucho que hagan sus cuidadores. Esos ojos traspasan el corazón.Ese lugar no les pertenece. Quien no pueda notar esa mirada y que no le provoque nada… es que nada tiene en el alma.

Lo siento.

Muchos de esos animales tienen la mirada triste y cansada, el pelo lacio y sin brillo, las uñas largas, el hocico seco… están abatidos, no entienden porque están allí, no entienden porque los abandonaron.

Yo tampoco.

Y entonces es cuando me convierto en Mr.Hyde. Siento odio. Un odio atroz contra las personas, contra los humanos. Y siento IRA. Una ira que me domina, que me haría hacer cosas horribles contra aquellas personas  que son capaces de toda esa maldad. Esta maldad la rebotaría contra ellos y pienso en todo el daño que podría causarles...

Y no os penséis que el prototipo de personaje maltratador y que abandona un perro, tiene una cara de : soy malo de naturaleza y se me nota a la legua… no… el que abandona dentro de un transportin en la puerta de una protectora una camada de cachorros o ata a su propio perro,el que abre la puerta de su coche en medio de la autopista, el que se lo lleva al  bosque, el que lo tira al río… y ya no cuento, los que dejan morir de hambre y de sed a sus mascotas en balcones y terrazas… o… los casos más horribles… no os penséis que son gente en plan Hannibal Lecter, NOOO!!! 

Son tus vecinos, esa familia encantadora, que hoy tienen un cachorro y a los seis meses les preguntas… y te contestan que ya no podían con el perro y lo “regalaron”… es tu amigo del alma… es tu misma familia que te pregunta que harás con el perro cuando tengáis niños…

El perfil del que abandona es largo… puede ser cualquiera… pero yo me pregunto… ¿cómo duerme ésta gente? Y que harán con sus padres cuando se vuelvan viejos y se vuelvan una carga… qué harán con sus hijos, si alguno les “sale” un poco difícil…

Pero por suerte, no soy como esa gente, por suerte canalizo esa ira haciendo cosas. Gestos pequeños, que ayudan simplemente un poco. Sólo un poco.
Y no, no me siento bien. Porque todo es poco. Porque parece que este mundo, que éste país no avanza.

Parece que a las personas sólo les interesa el mísero círculo que les rodea, les explicas, les cuentas, pero solo es eso… un cuento. No te entienden…
Tan solo son animales, no es para tanto…

¿Cómo nos estamos volviendo?

¿Insensibles? ¿Ajenos a la realidad?

La realidad de miles de animales que sufren, sufren aunque nosotros estemos en casa sentados delante de la tele, porque nuestra realidad es cómoda, pero su realidad no cambia… sí, cambia pero a peor, porque cada vez serán más en la misma jaula. Y las personas que trabajan en estos sitios están desbordados y nadie hace nada…

Una protectora es un PEGOTE de esta sociedad que hemos creado… nos libran de ver animales famélicos revolviendo las basuras, nos libran de ver muchos más perros de los que vemos atropellados en las carreteras, nos libran de ver miserias. Nos dejan la conciencia tranquila. Allí estará bien cuidado… no lo matan… no, en una protectora no.

En una perrera municipal sí. Pueden llegar a matar entre 20 y 50 perros en un día. Cada día.Sí, aquí, en este país.
    
Y las protectoras… alguien ha pensado alguna vez el trabajo que hay en un sitio de estos...normalmente dirigido sólo por voluntarios, sin ayudas de la administración, ni de los propios ayuntamientos normalmente… sobre viviendo de otros voluntarios , de donaciones y de mendigar ayudas… Y las personas que están al cuidado de estos refugios, nunca tienen fiesta, no tienen “puentes”, ni año nuevo, ni vacaciones, etc… porque no trabajan en una tienda o una oficina… 
Trabajan con vidas.
Y cada día hay que limpiar,haga sol o nieve, cada día se ha de poner comida y cambiar los cubos del agua, se ha de medicar a los que están enfermos, se han de  hacer curas, se han de reparar vallas, se han de poner toldos para el sol… etc, etc, etc… empiezan a las ocho de la mañana y son las ocho de la noche y aún están allí… porque además siempre tienen tiempo para dar mimos y caricias a todos y cada uno de los 200 o 300 perros que viven allí.

¿Cómo podríamos acabar con todo este sufrimiento gratuito? Concienciación…

Todo es más simple, los humanos, es triste, pero necesitamos normas y prohibiciones… porque pensar cuesta, porque pensar es cansado… necesitamos letreros y leyes en todas partes…

Necesitamos que alguien piense por nosotros, aunque luego nos rebotemos…prohibir tiendas de animales, criaderos, la cría entre particulares… Multas, multas dacronianas que hagan mucho daño al bolsillo y cárcel… porque no se pueden permitir  las muertes gratuitas.

Eso, todo el mundo tendría que entenderlo. 

Nosotros los humanos somos responsables de cada uno de nuestros actos y como tal, tendríamos que cargar con las consecuencias que conllevan esos actos…

Si tienes un perro, como si tienes un hijo, tienes que pensar antes. Pensar en todo lo que comporta y si no lo sabes, te informas. Porque precisamente ahora, no hay excusa alguna, tenemos la información en nuestras narices.

Y sí, comparo tener un perro, con tener un hijo. Porque las dos cosas tendrían que pensarse. Evidentemente  hay cierta gente, mucha gente, que no piensa ni una, ni otra… ¿la única diferencia? 

Uno pueden abandonarlo o simplemente matarlo…la otra… porque no pueden hacerlo… y bien… sí que pueden también… a la vista están las noticias cada día… una pena  de sociedad…


Quizás todos tendríamos que reflexionar.

viernes, 21 de junio de 2013

¿EXISTEN LOS ANGELES DE NEGRO?




¿Existen los ángeles de negro?
O son aquellos seres que después de observar impávidos 
durante su eterna existencia
la humillación de la condición humana 
un día descubrieron horrorizados
que no existe peor luto
que quien no intenta luchar
por liberarse de su condición
de esclavo del mundo...



 ANY: MAIG 2000

jueves, 20 de junio de 2013

RESPIRAR.



¿Se volvió loca antes o después de matarlo?

Hacía semanas que había dejado de respirar, sencillamente había dejado de hacerlo. Por suerte nadie se había dado cuenta. Nadie se daba cuenta de nada. Ella era pequeña, ella no tenía importancia, ella era la sombra de su otra ella. Sonreía y  sus ojos lloraban. Pero nadie se daba cuenta.

Cuando aún respiraba, su trabajo le gustaba, sus amigos le gustaban, sus hijos le gustaban.  
Pero sabía que todos ellos no se daban cuenta. Su otra ella a veces se asomaba y se perdía con él. Durante horas. A veces un día entero. Nadie se daba cuenta.

Y en esas horas el dolor era insoportable. Y los días enteros eran una tortura.

Cuando volvía. Bañaba a los niños y  a veces en algún descuido, podía ver las marcas rojizas en sus muñecas. Pero ella no la dejaba recordar. Y nadie se daba cuenta. A veces, ni si quiera ella misma.

Pero sabía que desde que había dejado de respirar, estar con él, era lo único que quería, lo único que necesitaba. Lo único que le importaba. Sentir el dolor.

Sólo tenía que esconder las líneas rojas. Cada vez más oscuras,  cada vez más profundas.

Pero su ella pequeña, a veces, quería volver aunque su vida fuera simple y triste, aunque a nadie le importara. Quería volver a respirar, quería dejar las cicatrices. Quería olvidar el dolor y olvidarla a ella aunque no la recordara. Y olvidarlo a él. A él.

¿Fue antes o después?

Dijeron que la encontraron con los ojos muy abiertos. Que respiraba a bocanadas,  hiperventilando…a él lo encontraron a su lado cubierto de sangre.

Nunca lo supo. Si se volvió loca antes o después de respirar.


JUNY 2013 

martes, 18 de junio de 2013

PIDE UN DESEO...

(Graffiti en una calle de Mataró)

Pide un deseo-le dijo.
Y ella cerró los ojos y formuló un deseo. Aún se acordaba de él.
Que nunca le dejara de querer. 
Ahora le hizo gracia que lo pidiera así. 
Y que más que él le abandonara, lo que hubiera temido 
es ser ella la inconstante.
Reaccionó invirtiendo los términos.
                                                                                       (Gustavo Martín)




Hoy me he inspirado en ti Laura. Eres una delicia. No he podido evitarlo.

lunes, 17 de junio de 2013

PARA SER FELIZ...

(Graffiti en una calle de Mataró)

PARA SER FELIZ HAY QUE PACTAR CON LA REALIDAD...



Los graffitis son Arte. 
Los dibujos de la gente anónima estampados en las paredes de las calles de nuestras ciudades
es una de las cosas que me emociona...
no puedo evitar pararme y bendito móvil!! 
hacer una foto...
Pero es que...es alucinante ver el talento de la gente...
los colores, las expresiones de los rostros...
y bien...tampoco puedo evitar poner frases o textos a todo lo que veo...
hasta a mi propia vida cotidiana le pongo frases
es una maldición...

jueves, 13 de junio de 2013

VOLAR.


Este relato lo escribí hace unos años, pensando no sé porque en un amigo...ese amigo ya sabe quien es.
Por él, es por quien publico ahora (muerta de vergüenza) VOLAR.
Él sabe porque. Gracias.

Pero le dedico este escrito a Berta, una escritora a la que admiro de verdad.
(algún día me gustaría escribir las 3/4 partes "de medio bien"...que escribe ella...)
Y pasaros por su blog porque es una maravilla: 




Deseaba con todas sus fuerzas volar…

Ya desde bebé, cuando el llanto se hacía insoportable para su madre, ella harta de mecerlo y acunarlo, lo sacaba en una cesta al jardín. En el momento en el que sus ojos se encontraban con el azul inmenso del cielo, el llanto desaparecía de golpe y parecía que el niño levitara.

Algunas vecinas se sentaban durante horas junto aquel niño extraño de ojos oscuros, intentando averiguar que miraban esos ojos  en el cielo.

Justo empezar a crecer, su madre histérica tenía que ir  a buscarlo a la parte más alta del jardín. Allí lo encontraba solo, con sus pantalones cortos, su cuerpo  fino y delgado, encima de un pedrusco con los brazos extendidos  en cruz, meciéndose al compás del viento, los cabellos alborotados tapándole los ojos…Parecía hablarle a algo, parecía que los pájaros hablaran con él. A veces la llamaban del colegio y lo encontraba subido a un árbol mirando al horizonte.

Cada noche, cuando todo el mundo dormía…salía al balcón y le pedía a Dios que le diera dos alas para poder volar. Era tanta su desesperación que a veces su madre se lo encontraba tiritando al amanecer con los ojos llenos de lágrimas.

Ella harta ya de tanta tontería, lo encerraba  en su habitación y no le dejaba abrir las ventanas. Para que no pudiera ver el cielo. Y le gritaba que no era un pájaro y  que no lo sería nunca…que se conformara con lo que era, un pequeño niño introvertido,  que jamás podría volar, que eso sólo les estaba permitido a los valientes.

Durante muchos años la obsesión por volar le llevó a  viajes insólitos, a coger cientos de aviones, a ver las ciudades  desde lo más alto. A intentar imaginar cómo sería poder tocar las nubes con las manos, poder sentir el viento en la cara, poder planear y sentir la presión del aire manteniéndolo suspendido y dejarlo caer de golpe…volar…

Buscó emociones que lo calibraran al límite, corrió en moto, los arboles pasaban por su lado a una velocidad increíble, navegó por el mar en una lancha, saltando con las olas, compitiendo con los Cormoranes  en su vuelo  a ras del agua. Mirándoles de cerca, retándolos…

No consiguió quitarse esa tristeza perpetua de sus ojos.

A veces, todavía en medio de la noche miraba al cielo negro lleno de estrellas y pedía unas alas. Su mujer lo miraba desde la ventana de la habitación y cuando él se dejaba, lo  abrazaba con ternura, le acariciaba los brazos desnudos y le sonreía con resignación.

Su deseo era tan fuerte que le dolía el alma.

Y un buen día, empezaron a crecerle unas protuberancias extrañas entre los omóplatos, su mujer se asustó tanto que le obligó a vestirse en cinco minutos y visitar al médico más cercano.

Le hicieron un millón de pruebas.

Visitaron  cientos de clínicas y nadie tenía una solución científica a esas dos “cosas” con plumas que le iban creciendo en su espalda.

Su familia se santiguaba al verlo pasar, su mujer empezó a llorar y no dejó de hacerlo jamás.
Por el contrario él, se encerraba cada día delante del espejo de su habitación y contemplaba de lado esas enormes alas que le estaban creciendo…

Su tristeza había desaparecido.

Las acariciaba con tanta pasión, con tanto deleite, que las lágrimas le resbalaban por las mejillas.

Y llegó el día.

Un día de abril, de madrugada, cuando el sol todavía despuntaba de entre los árboles y sus rayos entraron tímidamente por las esquinas de la habitación hasta darle de lleno en los ojos.

Sintió un deseo feroz de desperezarse,  de levantar los brazos, de estirar, de abrir, de desplegar, de batir… de batir sus alas…

Sus enormes y preciosas alas.

Y cual águila o ángel… salió al jardín.
 
El cielo lo miraba maravillado. Los pájaros sonrieron al fin.

Por fin vio sus alas brillar, no tuvo miedo. Fue valiente. Dijo adiós a su vida, a su familia, a su mujer…y se dirigió  a la montaña, buscó el acantilado y se lanzó al vacío…

ANY 2010.


viernes, 7 de junio de 2013

SI OLVIDAS EL FUTURO PIERDES EL PRESENTE.

(...) No hay que olvidar tampoco que esos viejos fueron jóvenes, que el tiempo de una vida es irrisorio, que un día tienes veinte años, y al siguiente ya son ochenta. Colombe cree que uno "puede darse prisa en olvidar" porque para ella la perspectiva de la vejez está aún tan lejos que es como si nunca fuera a ocurrirle. Yo en cambio hace tiempo que aprendí que la vida pasa volando, mirando a los adultos a mi alrededor, tan apresurados siempre, tan agobiados porque se les va a cumplir el plazo, tan ávidos del ahora para no pensar en el mañana...Pero si se teme el mañana es porque no se sabe construir el presente, y cuando no se sabe construir el presente, uno se dice a sí mismo que podrá hacerlo mañana y entonces ya está todo perdido porque el mañana siempre termina en convertirse en hoy, ¿lo entendéis?

De modo que sobre todo no hay que olvidarlo. Hay que vivir con la certeza de que envejecemos y que no será algo bonito,ni bueno, ni alegre. Y decirse que lo que importa es el ahora: construir, ahora, algo, a toda costa, con todas nuestras fuerzas. Tener siempre en mente la residencia de ancianos para superarse cada día, para hacer que cada día sera imperecedero. Escalar paso a paso cada uno su propio Everest y hacerlo de manera que cada paso sea una pizca de eternidad.

Para eso sirve el futuro: para construir el presente con verdaderos proyectos de seres vivos.

Fragmento de : LA ELEGANCIA DEL ERIZO
                  MURIEL BARBERY